Parásitos
¿Cómo es el mosquito de la leishmaniosis?
La leishmaniosis es una enfermedad parasitaria que tiene lugar en la cuenca del Mediterráneo y en Sudamérica y que puede afectar a los perros y a las personas, siendo una de las enfermedades de parásitos en humanos más conocidas. Se transmite mediante la picadura de un flebótomo, un tipo de mosquito que pica a mamíferos y aves. Además, otros animales (se cuentan hasta 70 especies), como las liebres, las ratas o las zarigüeyas, actúan como reservorios, es decir, son intermediarios en la transmisión de la enfermedad.
¿Cómo es el cuerpo del mosquito de la leishmaniosis?
El flebótomo que transmite la leishmaniosis es un insecto pequeño, de unos 2-3 mm de largo, que no emite zumbido. Es entre marrón claro y amarillento y tiene el cuerpo y las alas cubiertos de pelo, unas antenas largas y delgadas y una trompa que es más larga que la cabeza y que las hembras utilizan para succionar la sangre. Las alas adoptan un ángulo de 45º cuando el mosquito está picando posado sobre la piel del animal. Existen más de 90 especies distintas de flebótomos transmisores de la leishmaniosis.
¿Cómo actúa el mosquito de la leishmaniosis?
Su actividad tiene lugar a partir del atardecer y hasta el amanecer, y el resto del día queda escondido en sitios oscuros y frescos. Es más habitual en las zonas con vegetación y en los lugares en que las temperaturas mínimas no suelen bajar de los 15 ºC. Por este motivo, las fluctuaciones en la temperatura pueden afectar mucho al desarrollo del parásito dentro del cuerpo del mosquito haciendo que se transmita en zonas en las que antes no había la enfermedad. Además, también necesita humedad para que los huevos sobrevivan; los pone en grietas, agujeros, madrigueras de animales y raíces de árboles. Después de los picos de lluvia, se reducen las poblaciones por falta de sitios de descanso diurno para los adultos y porque las lluvias intensas conducen a la muerte de los estadios inmaduros. No puede volar si hay viento fuerte y la distancia de vuelo es muy corta; busca el alimento a no más de 50 metros de su lugar de reproducción.
¿Qué etapas de vida tiene el mosquito de la leishmaniosis?
Su ciclo de vida pasa por cuatro estadios: huevo, larva, pupa y adulto. Una semana después de succionar sangre, la hembra pone unos 60-80 huevos, alargados y de un color marrón intenso, en lugares húmedos y ricos en materia orgánica. Los huevos eclosionan liberando las larvas, de solo medio milímetro de largo, una semana después de la puesta. La pupa es amarillo claro y conserva la cutícula de la larva. El adulto está totalmente desarrollado unos 2 meses después de la puesta de los huevos.
¿Cómo transmite la enfermedad el mosquito de la leishmaniosis?
Para picar al perro, la hembra del flebótomo, que necesita succionar sangre para alimentarse y formar los huevos, se posa sobre su piel. La transmisión de la leishmaniosis tiene lugar a través de esta picadura cuando el flebótomo ha picado previamente a un perro infectado. Cada hembra de flebótomo suele picar 3 o 4 veces y después muere, por lo general antes de cumplir las dos semanas de vida.
¿Cómo podemos controlar el mosquito de la leishmaniosis?
Lo habitual es recurrir a la fumigación de las casas y los refugios de animales con insecticidas. Y si se sabe dónde descansan los mosquitos, también será útil fumigar estos lugares.
En cuanto a la prevención en los perros, lo mejor es usar insecticidas o repelentes autorizados (collares o aerosoles, por ejemplo) durante los periodos de actividad del flebótomo. También es importante tener en cuenta que si introducimos perros infectados en zonas libres de leishmaniosis deberemos extremar las precauciones frente a los flebótomos, puesto que tendremos un riesgo real de propagación de la enfermedad a zonas previamente libres. En este sentido, es fundamental la aplicación de repelentes para controlar la enfermedad de forma colectiva.
Y, por último, también es interesante recordar que los paseos con los perros deberán realizarse preferiblemente en zonas alejadas de ríos, aguas estancadas, zonas pantanosas, etc., y durante el día, intentando evitar las horas situadas entre el atardecer y el amanecer, puesto que durante estas horas los mosquitos son más frecuentes.